Si tiene azúcar, puede cocinarse!

repostería amateur y otras cosas para nerds

¡OK, ENTIENDO!         MÁS INFORMACIÓN

UhmmmCookies! utiliza cookies propias y de terceros (Google Ads/Analytics) para su correcto funcionamiento. Al permanecer aquí entiendes y aceptas su uso.

Búsqueda

 busca!

LA RECETA DEL RICO ALFAJOR NAVIDEÑO CASERO DE LA MÍA MAMMA

Este post ha sido escrito y publicado por Alex para www.galletazas.com

Seguimos con las Navidades, y si hay algo característico, algo que se ha repetido en casa desde que tenemos uso de razón, es una de esas recetas que marcan el pistoletazo de salida de las fiestas navideñas, y cuyo intenso aroma a anís y almendras impregna con olor a hogar" las paredes de allá donde se cocina. Serán los efluvios del anís, pero ese recuerdo de la infancia se adhiere al ADN como la cal a un grifo en Jaén.

Por supuesto nos estamos refiriendo a la receta del Alfajor Casero de la mía mamma, y como somos medio inútiles y no sabemos hacerla, hemos secuestrado a mamá osa tapándole la cabeza con un saco de ganchillo y trayéndonosla a nuestro cuartel general, no sin antes haberle amenazado con desintonizarle Canal Sur del receptor de tv si se negaba. Juan y Medio sigue siendo el Justin Bieber de la tercera edad y un excelente método de extorsión y amenaza. Cualquiera se niega si te amenazan con atarte y obligarte a ver uno de sus programas...

Este dulce típico navideño propio del sur de España y de origen magrebí, ya era consumido desde los tiempos de Al-Ándalus. Se trata de una pasta de almendras espesada con pan rallado que se coloca entre dos obleas de harina de trigo (las "Hostias" de misa, para entendernos). La receta que conocemos además lleva conserva de cidra y anís seco, porque cualquier excusa para beber entre horas siempre es bienvenida. Querida Massiel, siempre tendrás un huequecito en nuestros corazones.

INGREDIENTES

  • 1 Kg. de almendra tostada y molida con amor
  • 850 gr. de conserva de cidra
  • 900 gr. de azúcar
  • 200 ml. de agua
  • 30 ml. de anís extra-seco
  • La cáscara de un limón
  • 2 ramas de canela
  • Pan rallado
  • Obleas

PREPARACIÓN

En primer lugar, si compráis las almendras crudas y decís de tostarlas en el horno de casa y molerlas después, tened en cuenta que muchos disfrutan encontrándose trocitos de almendra en el alfajor. Pensad en dejar un par de buenos puñados para picarlos en trocitos más grandes para alegrar un poco el postre. Si nunca lo habéis hecho, sólo tenéis que extenderlas en la bandeja del horno y hornearlas hasta que estén ligeramente doradas y luego destruirlas vilmente con una picadora hasta conseguir un polvo grueso y súper vitaminado.

Así que una vez tenemos la materia prima lista, empezamos cociendo la cáscara de limón con el azúcar, la canela, el anís y el agua, dejando que el mejunje reduzca y se convierta en un almíbar espeso, ardiente y con un ligero tono dorado, en el que bañarías a tus enemigos. ¿Reducir la cantidad de agua para acelerar el espesado? ¡Ay, pillín! Mala idea porque un tiempo de cocción más largo permite extraer los aromas y sabores del limón y la canela, haciéndolo mucho más sabroso, intenso y rico.

Quizás el paso que puede entrañar más dificultad es el del punto del almíbar. Resulta que este puede adquirir la consistencia de punto de hebra si al levantarlo con la cuchara éste cae en forma del hilillo espeso y goteante que todos recordaréis de cualquiera de las películas de la saga ALIEN. Un tiempo más elevado de cocción y entonces adquirirá la consistencia de punto de bola, mucho más compacta, densa y la que necesitaremos para nuestro alfajor. Si dejáis caer una gotita sobre un plato, os humedecéis un dedo en agua para no acudir a la unidad de quemados, y lo frotáis suavemente, veréis como adquiere una forma esférica. Ese es el punto: ¡perlas para pobres!

¿Por qué está consistencia? Sencillo. Nuestro alfajor lleva cidra, lo que aportará un grado de humedad extra a la receta, de forma que cuanto más espeso el almíbar más consistencia tendrá para compensar el agua de la fruta. La receta clásica excluye la cidra e incorpora toneladas de almendras además del almíbar al punto de hebra, más fluido para aportar precisamente esa carencia de humedad. No obstante en cualquiera de los casos podremos regular la consistencia con posterioridad añadiendo pan rallado muy fino a la masa, pero eso lo veremos después.

Apartamos nuestro almíbar bolero, pescamos la corteza de limón y las ramas de canela para eliminarlas, y añadimos la cidra en conserva, removiendo hasta homogeneizar un poco la mezcla antes de añadir... ¡la lluvia de almendras!

Conseguiremos un engrudo espectacular, propio del contenido del estómago de nuestra mascota. El intenso olor a anís, canela y almendra, nos hará superar la arcada de la guarrada anterior. Debe quedar una masa consistente, que mantenga la forma y no se desparrame por la mesa. Si no es así, añadiremos un poco de pan rallado hasta corregir el espesor.

La parte más sexy viene ahora, cuando nos humedecemos las manos en anís y extendemos la mezcla sobre las obleas, masajeando como si de un albañil salido al que se le ha ido de las manos el carajillo mañanero se tratara.

Tapamos con otra oblea y pasamos un rodillo suavemente para distribuir y compactar el contenido, que debería tener un centímetro de espesor aproximadamente. Si desborda, se elimina el sobrante pasando un dedito y listo. Sin dramas a menos que seas diabético y te lo metas en la boca después.

Con esto ya tendríamos nuestra espectacular receta clásica-navideña de los alfajores de la Mía Mamma!, al estilo Jaén. Ahora a esperar un poco a que se enfríe del todo, se endurezca un poco y adquiera algo más cuerpo, para ponernos obesos recordando los sabores y olores de la infancia, mientras una a una nuestras piezas dentales van cayendo víctimas de la caries.

¡Buen provecho¡

  • CARMINAHace 5 años

    Ay, madre!! Este año no lo he podido hacer y no sabéis los lagrimones que tengo al ver vuestras fotos!! Por favor, por favor, por favor... un trocito para esta pobre cocinicas que corre el riesgo de ahogarse en su propia saliva!

  • THE HAVOCHace 5 años

    Pues deberías probar los de este año!!! Mamá Osa los ha hecho también con nueces!! Y la espectacularidad alcanza cotas difícilmente superables!!

La dirección de correo electrónico no aparecerá publicada ni se utilizará para ningún fin, pero es necesaria si dispones de una cuenta de Gravatar y deseas que tu icono aparezca junto al comentario.

Se permiten BBTags [url=http://www.foo.com]foo website[/url]

*no se publicará
*opcional

¿Para qué van a usarse mis datos personales?

Te lo resumimos muy brevemente: para prácticamente NADA, así que no te preocupes, no te enviaremos emails, ni notificaciones ni nada por el estilo.

  • Tu email se empleará únicamente si alguna vez te diste de alta en el servicio "GRAVATAR" y lo has vinculado a este. Así es como podemos poner la foto al lado de tu comentario. No te preocupes, el email que indiques no se envía al servicio, sino un identificador (MD5) en el que tu correo electrónico no aparece visible.
  • Tu nombre y web simplemente se usa para encabezar tu comentario y referirnos a ti. Como cortesía, otros usuarios pueden entrar a tu web. Puedes emplear pseudónimos.
  • Si nos solicitas ayuda o información, podríamos usar tu email para ponernos en contacto directamente contigo. No se ceden datos a terceros ni para otros fines.
  • Responsable: Alejandro Fernández
  • Destinatarios: UhmmmCookies.com / Galletazas.com
  • Derechos: Cancelación, acceso, supresión y rectificación de los datos que has suministrado

Rechinar de neumáticos y aromas penetrantes. Si os incomodan los encapuchados, es una semana fantástica para sentiros aterrorizados. El resto de los mortales nos remangamos los pantalones

30 de diciembre y nos acercamos a la fecha límite para finalizar las compras de Reyes. Respirad profundo, tomad un respiro y ¡hornead!

"El Día de Todos los Santos" se acerca a una velocidad pasmosa. Queda apenas unas semanas y este año va a enmarcarse en uno de los climas más atípico de los últimos años.

Alergia y Primeras Comuniones son los elementos más característicos de la estación primaveral. Atrás quedan el canto de los pajaritos, el aumento progresivo de las temperaturas, o la explosión de colores que inunda cada centímetro de tierra desnuda, cuando en lo único que puedes pensar es en arrancarte los ojos

Ay, queridos amigos de las alimentos chocolateados y del porno gastronómico más duro de la red, nos hemos pensado durante tanto tiempo publicar esta receta porque es peligrosa. Es una de esas que podrían matar de diabetes a un caballo, o peor aún, cristalizar su cerebro hasta convertirlo en una de esas figuritas de estantería de las que 8 de cada 10 abuelitas con diógenes de cuadros de nietos y accesorios del Todo a 100, daría su aprobación.

¡Caramelo!... o «¡Calamero!» que rezaría en nueve de cada diez cartas de postres en nueve de cada diez restaurantes chinos. Porque ¿A quién no le gusta el caramelo? ¿Quizás a los mismos desalmados que no soportan el jamón serrano, las gambas o las patatas fritas? Esperemos que no, por eso hemos descongelado a nuestros pequeños redactores y colaboradores,

Apenas parece que hayan pasado unos días desde la última entrada y de golpe ya nos hemos visto de lleno inmersos en plena Navidad. ¿Qué significa? ¡Estrés! Compras sin terminar, colas infernales y un frenesí consumista que inunda cada tienda, cada local de la ciudad y que incrementa exponencialmente nuestras ganas de matar.

Días cortos, aroma a estufa de leña y un aro del inodoro que se adhiere a la piel como una lengua húmeda a una cubitera son indicativos de que, queridos lectores, nos hemos dado de lleno con diciembre. Y ya sabéis lo que toca en estas fechas: ¡dulces! La navidad está tan sólo unas semanas y desde hoy nos ponemos manos a la obra para que no haya visita que salga de casa sin dar arcadas

¡Bienvenidos a Halloween! La fiesta más terrorífica y extrañamente divertida del año. Ese mágico momento en el que, -como en un episodio de la «Dimensión Desconocida»-, la barrera que separa esta realidad con la del más allá, es tan fina que los espíritus y los demonios pueden atravesarla y sentarse con nosotros a tomar café.