Si tiene azúcar, puede cocinarse!

repostería amateur y otras cosas para nerds

¡OK, ENTIENDO!         MÁS INFORMACIÓN

UhmmmCookies! utiliza cookies propias y de terceros (Google Ads/Analytics) para su correcto funcionamiento. Al permanecer aquí entiendes y aceptas su uso.

Búsqueda

 busca!

LA RECETA DEL PAN DE PLÁTANO (BANANA BREAD) CON CHIPS DE CHOCOLATE QUE HACE GEMIR A LAS MASAS

Este post ha sido escrito y publicado por Alex para www.galletazas.com

Cuán escépticos y equivocados estábamos cuando a nuestros sobredimensionados pabellones auditivos llegó el concepto de pan de plátano. ¿El pan? ¡Para el bocadillo de jamón!, pensábamos. ¿Pan de plátano? ¿Eso qué es? ¿Una merienda tropical? ¿Una broma de mal gusto para jugar con los sentimientos de unos pobres y orondos adictos a los carbohidratos y a la fruta de alto índice glucémico? Y si usamos el mismo razonamiento: el Pan de Calatrava ¿Es el feo de los Hermanos Calatrava sujetando una chapata bajo la axila? ¡Jesús!, esperamos que no.

No, queridos y escasos lectores que pululáis como alma en pena en este sitio web de acceso impronunciable pero rezumante de amor y recetas de repostería tradicional y repostería americana. El pan de plátano (banana bread) no es un pan, no sabe a pan, pero parece un pan y ¡está más bueno que el pan! Resumiendo: tan sólo es un bizcocho travestido y de nombre escasamente original. ¿Tan sólo?

Esta receta podemos catalogarla como una de esas preparaciones con un marcado perfil psicopático. Nombre poco evocador, sin apenas atractivo -excepto si tus intenciones son las de prepararte un sandwich- y de un aspecto tan discreto que casi pasaría desapercibido en una mesa de postres. Sería un tipejo cualquiera tirando a tímido en el mundo de los bizcochos. Pero un día lo pruebas, y ese personajillo retraído y habitualmente escondido entre la muchedumbre, aparece de la nada, abre su gabardina y te golpea hasta la muerte con un calabacín de 50cm. Todos quienes le conocían dirán que parecía un tipo normal, pero no, nunca lo fue.

Ese es el secreto que se esconde tras el jugoso bizcocho del pan de plátano, porque está bueno, está REALMENTE bueno y cuando empiezas a pellizcarlo con desgana y casi por despiste estás perdido. No os extrañéis si os decimos que los cupcakes de las mesas dulces tiemblan al escuchar su nombre.

INGREDIENTES

Ingredientes para la elaboración del pan de plátano (banana bread)
  • 280gr. de harina
  • 225gr. de azúcar
  • 1 cucharadita de levadura química (tipo Royal)
  • Media cucharadita de bicarbonato sódico
  • Media cucharadita de sal
  • 1 huevo
  • 4 cucharadas soperas de leche
  • 115gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 3 plátanos góticos (esto es: muy maduros, casi negros)
  • 150gr. de pepitas de chocolate

PREPARACIÓN

Como en cualquier bizcocho, la elaboración suele ser extremadamente simple y similar a la técnica nutricional del Rodríguez de fin de semana: se coge todo lo que haya en la nevera, se mezcla bien y se lleva al fuego. No hay nada suficientemente incomestible o vomitivo si hay suficiente cerveza para pasarlo.

Comenzaremos batiendo con energía la mantequilla junto al azúcar hasta conseguir una masa uniforme de aspecto suave... o al menos eso rezaba a receta original. En nuestro caso la mezcla adquirió una consistencia extraña de aspecto desmigado que no iba a más, así que dejamos de batir por puro aburrimiento y llegamos a la conclusión de que era una estupidez. Así que batid, pequeños, batid hasta que esté todo muy bien mezclado.

Mezclad sin compasión

Necesitaréis un pardillo ayudante para el trabajo sucio, es decir, para machacar los plátanos con un tenedor hasta obtener una masa viscosa. Si no eres Hulk, machacar suele ser algo tedioso y aburrido.

A continuación mezclamos el huevo en un recipiente grande junto a la leche y el plátano espachurrado.

Hay que tamizar la harina junto a la levadura, el bicarbonato y la sal, no por nada, sino porque las masas con grumos hacen llorar al chef de la televisión que anuncia gas natural, y nosotros nunca querríamos ver llorar a un chef con gases, no por lástima, sino por miedo. Y sí, tamizar es casi tan molesto como machacar. Hacednos caso: subcontratadlo.

Poco a poco añadiremos la harina e iremos moviendo la mezcla con unas varillas hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados y hayamos obtenido una masa de aspecto pegajoso además de espeso, y es entonces cuando incorporaremos nuestros 150gr. de puro júbilo y alegría en forma de ricas pepitas de chocolate. Simularéis tirarlas al suelo para soplarlas y metéroslas en la boca argumentando que están limpias mientras no hayan pasado más de cinco segundos. Excusas para engullirse la materia prima.

Las pepitas de chocolate... ¡ay, las pepitas de chocolate! ¡Qué sería nuestra vida sin ellas!

Precalentamos el horno a 180ºC y recordad: precalentar el horno y no abrirlo durante la cocción son procesos ineludibles en la elaboración de bizcochos. Mientras arde parte de nuestra cocina, vertemos la masa en un molde alto, rectangular y, si puede ser, forrado con papel de horno o bien engrasado porque estos bizcochos tienen cierta tendencia a adherirse como un político a su cargo, y tendréis serios problemas para despegarlos... ambos.

Muy importante forrar el molde o engrasarlo, o el pan morirá... ¡morirá!

Lo hornearemos aproximadamente durante una hora a 180ºC y, como siempre, lo pincharemos con un palillo o una aguja hasta comprobar que ésta no salga mojada. Es posible que durante el horneado parezca que comienza a tostarse demasiado, no os asustéis, este bizcocho adquiere un color morenito a medida que se cocina, debe ser el rollo tropical que se traen los plátanos. Si veis que realmente se quema por la parte superior y aún no está cocido por dentro, tapadlo con una lámina de papel de aluminio y alejad la bandeja del horno de las resistencias superiores.

...y ¡Voilá!, nuestro plan de plátano estará listo para desmoldar, enfriar y servir. En su sencillez se encuentra su exquisitez. De textura jugosa, esponjosa y con los suaves matices aromáticos del plátano, junto a las pepitas de chocolate que siempre sorprenden al paladar, acabamos de crear un monstruo psicópata ninja mutante adolescente que te matará de puro placer.

Nunca un pan tuvo mejor pinta
Nunca un pan tuvo mejor pinta
No, no se parece en nada al bocadillo de plátano que teníamos en mente
No, no se parece en nada al bocadillo de plátano que teníamos en mente
  • CARMINAHace 8 años

    ¡Me parto!! pobre bizcocho incomprendido por una mala traducción! por eso a mí lo del banana bread, carrot cake, cheesse cake, como que no. Bizcocho de plátano con pepitas de chocolate de toda la vida, eso sí, para comerse uno entero a pellizcos!

  • LOLAHace 4 años

    Espectacular tus palabras para describir la receta!!! Un placer conocerte.

La dirección de correo electrónico no aparecerá publicada ni se utilizará para ningún fin, pero es necesaria si dispones de una cuenta de Gravatar y deseas que tu icono aparezca junto al comentario.

Se permiten BBTags [url=http://www.foo.com]foo website[/url]

*no se publicará
*opcional

¿Para qué van a usarse mis datos personales?

Te lo resumimos muy brevemente: para prácticamente NADA, así que no te preocupes, no te enviaremos emails, ni notificaciones ni nada por el estilo.

  • Tu email se empleará únicamente si alguna vez te diste de alta en el servicio "GRAVATAR" y lo has vinculado a este. Así es como podemos poner la foto al lado de tu comentario. No te preocupes, el email que indiques no se envía al servicio, sino un identificador (MD5) en el que tu correo electrónico no aparece visible.
  • Tu nombre y web simplemente se usa para encabezar tu comentario y referirnos a ti. Como cortesía, otros usuarios pueden entrar a tu web. Puedes emplear pseudónimos.
  • Si nos solicitas ayuda o información, podríamos usar tu email para ponernos en contacto directamente contigo. No se ceden datos a terceros ni para otros fines.
  • Responsable: Alejandro Fernández
  • Destinatarios: UhmmmCookies.com / Galletazas.com
  • Derechos: Cancelación, acceso, supresión y rectificación de los datos que has suministrado

Rechinar de neumáticos y aromas penetrantes. Si os incomodan los encapuchados, es una semana fantástica para sentiros aterrorizados. El resto de los mortales nos remangamos los pantalones

30 de diciembre y nos acercamos a la fecha límite para finalizar las compras de Reyes. Respirad profundo, tomad un respiro y ¡hornead!

"El Día de Todos los Santos" se acerca a una velocidad pasmosa. Queda apenas unas semanas y este año va a enmarcarse en uno de los climas más atípico de los últimos años.

Alergia y Primeras Comuniones son los elementos más característicos de la estación primaveral. Atrás quedan el canto de los pajaritos, el aumento progresivo de las temperaturas, o la explosión de colores que inunda cada centímetro de tierra desnuda, cuando en lo único que puedes pensar es en arrancarte los ojos

Ay, queridos amigos de las alimentos chocolateados y del porno gastronómico más duro de la red, nos hemos pensado durante tanto tiempo publicar esta receta porque es peligrosa. Es una de esas que podrían matar de diabetes a un caballo, o peor aún, cristalizar su cerebro hasta convertirlo en una de esas figuritas de estantería de las que 8 de cada 10 abuelitas con diógenes de cuadros de nietos y accesorios del Todo a 100, daría su aprobación.

¡Caramelo!... o «¡Calamero!» que rezaría en nueve de cada diez cartas de postres en nueve de cada diez restaurantes chinos. Porque ¿A quién no le gusta el caramelo? ¿Quizás a los mismos desalmados que no soportan el jamón serrano, las gambas o las patatas fritas? Esperemos que no, por eso hemos descongelado a nuestros pequeños redactores y colaboradores,

Apenas parece que hayan pasado unos días desde la última entrada y de golpe ya nos hemos visto de lleno inmersos en plena Navidad. ¿Qué significa? ¡Estrés! Compras sin terminar, colas infernales y un frenesí consumista que inunda cada tienda, cada local de la ciudad y que incrementa exponencialmente nuestras ganas de matar.

Días cortos, aroma a estufa de leña y un aro del inodoro que se adhiere a la piel como una lengua húmeda a una cubitera son indicativos de que, queridos lectores, nos hemos dado de lleno con diciembre. Y ya sabéis lo que toca en estas fechas: ¡dulces! La navidad está tan sólo unas semanas y desde hoy nos ponemos manos a la obra para que no haya visita que salga de casa sin dar arcadas

¡Bienvenidos a Halloween! La fiesta más terrorífica y extrañamente divertida del año. Ese mágico momento en el que, -como en un episodio de la «Dimensión Desconocida»-, la barrera que separa esta realidad con la del más allá, es tan fina que los espíritus y los demonios pueden atravesarla y sentarse con nosotros a tomar café.